NUECES NUEZ BUFFET

Trabajo y felicidad pueden ser sinónimos.

Mi amor por los frutos secos.

Nací en un pequeño pueblo que distaba de las grandes ciudades; abandonado, subdesarrollado y con poca o ninguna interacción con el interior.

En mi época digo, así como también aclaro que este hecho no impidió ser felices. Crecí con desconocimiento absoluto de la moda, de ciertos alimentos e incluso de juegos, tecnología y costumbres, por no decir del mundo. Así que conocí un teléfono, cuando llegué a vivir a Bogotá.

Un espacio para la lectura y la escritura

¿Por qué una tienda de nueces tiene un espacio para la literatura? ¡Sencillo! Porque leer nos da una rica comprensión del mundo, de la cultura de los pueblos y del folklore. Escribo novelas y poemas, pero también libros costumbristas que permitan dar a conocer mi cultura llanera, la cual llevo y comparto con orgullo con cada persona que se cruza en mi camino. El perdón a las ánimas fue mi primera publicación, pero hay más, muchas más.